domingo, 9 de agosto de 2009

"Somos el campo" siempre pisan con el pié derecho




“Somos el Campo” siempre pisan con el pié derecho…
Por: Miguel Longarini (*)

Vamos por todo, dijeron los “Somos el Campo” entre banderas, escarapelas, con rentas extraordinarias, antes y luego de la resolución 125, exhibiendo a su mayor trofeo el NO positivo del arrepentido radical Cobos dejando afuera a los pequeños chacareritos y otros productores regionales. Y bueno, se vinieron poco a poco y siguen ganando terreno, que entre tanto indio muerto…, un poco más, ya casi ni se nota.

Me refiero a las ayudas económicas, que este sector rico en muchas cosas materiales, ha venido recibiendo y sigue en ese camino, aunque los bolsones de soja crezcan en sus campos. Sin duda, son el sector más beneficiado de estos últimos años y, desde que se enfrentaron con el gobierno, mucho más: Se complacieron con la benevolencia y contemplación de la justicia, en no actuar cuando cortaron todos los accesos a las ciudades, no permitiendo transitar libremente a particulares o medios de transportes públicos, ambulancias, etc. Desabastecieron al país de alimentos, medicación. Violaron propiedades privadas y documentaciones; detuvieron ilegalmente a personas por días. Escarcharon a cuanto funcionario pudieron e insultaron a la envestidura presidencial las veces que se les antojó. Propiciaron un alza de precios que hizo que el trabajador perdiera un alto porcentaje de poder de compra en su ingreso. Nunca actuó la justicia para estos grupos, aún en su independencia de hacerlo, que paradójicamente, son los que más reclamos de justicia realizan pidiendo pena de muerte hasta para los nenes con hambre. ¿Debería llamar la atención el proceder? Pero no es así; Vale más trasvertirse de sensible, buscar algunos datos en La Nación y preguntar/se desde la tribuna ruralista ¿porqué hay pobres…? Aunque en el mismo predio, el 27 % de los empleados se encontraron irregulares en sus relaciones laborales (1)

Desde siempre y mucho más ahora, los sectores de mayores recursos de campo e industria se han llevado la mejor torta. Aquí debe quedar claro que no se incluyen a los pequeños y micro-productores o micro empresarios, ni mucho menos a los obreros y changas. Estos días se anunció que el sector agropecuario recibe por todo concepto en subsidios una suma de 21.000 millones de pesos (2) .Los fedloots, (engorde de vacunos a corral) que en los últimos años han crecido en forma exponencial, son subsidiados con destacada generosidad. Uno sabe que si llueve mucho – los somos el campo- no pagan impuestos, si no llueve tampoco. El combustible se le subsidia; gran parte de los peones están en negro y trabajan de sol a sol. Cuando siembran montes los subsidian y cuando lo quitan también, en fin son tantos laberintos existentes, que hacen de sus ganancias, cuál pase mágico, que siempre parezcan escasas o inexistentes.

Vale aclarar que quién escribe esta nota, no tiene deseo alguno que todo vaya mal ni nada que se le parezca, sino que trato nada más de poner algo de lo real por sobre lo que parecería, al decir de los medios dependientes del sector, que se estaría cometiendo algo así como un exterminio de productores o, que se profundizó la reforma agraria…Algo que alguna vez, producto de tanto clasismo y concentración de la tierra, intentó prosperar. Claro que para ello debemos recordar al Grito de Alcorta (3), que nucleara luego a los pequeños arrendatarios y chacareros en lo que fue FAA, hoy, con su máximo dirigente, suscribiendo junto a la Sociedad Rural, una política para pocos en un marco de desestabilización político/social permanente.

Uno sabe que otra vez, vamos a perder quienes no jugamos a plantar soja, ni a jugar en fideicomisos, ni jugar al pool y no con bolas de billar, sino en pooles de siembra. Quienes estamos por fuera de presionar sin que nos maten a palos, sin tener mango de sartén en mano, debemos saber que lo que se viene, es ya no una centrifugadora que expulsa gente, sino que antes los exprime. Es decir tenemos que prepararnos para andar más juntos: De a pié pero juntos; deberíamos aprender de una vez por todas como protegernos. Porque aunque la iglesia jerárquica llame escándalo a la pobreza y no a su riqueza, nosotros, los clase indefinida, los medio pobres o medio indigentes, tenemos que saber que NO somos el campo, sino los millones de seres humanos que leyó el presidente de la Rural en su discurso para enumerarnos y dejar en claro que podemos ser más, para luego gritarnos a viva voz: ¡Viva la Patria! Insisto, nosotros, numerarios a punto de ser un desaparecido laboral más; un sin número de los tantos que habitan este mundo globalizado y derechodependiente, debemos ocuparnos de vernos, de encontrarnos, de elaborar un plan sin dependencias o pedidos de paraguas prestados.

Nuestros problemas no son contemplados en el gobierno por zona de desastre, sequía o inundada o plagada de soja envenenada, por el contrario, genera falta de recursos, de ingresos; servicios con importes impagables, desprotección laboral, contaminación ambiental, enfermedades de la pobreza, superpoblación carcelaria con hijos de pobres, prostitución infantil, embarazo adolescente, niños esclavos, alcoholismo, droga y delincuencia. Nada se parece a la realidad de los que tienen todo y reciben los mejores beneficios.

Seremos nosotros cuando tomemos el mando de nuestra situación, aunque eso signifique arriesgarse en apretar el botón… de apagar el televisor.

(*) Libre pensador y poeta argentino.
1- http://www1.elpatagonico.net/index.php?item=viewlast&ref=ultimas&id=10404&sec=pol
2- http://actualidad.elcampo.com/tag/subsidiar-a-criadores-y-no-a-los-feedlots/
3- Grito de Alcorta http://www.nuestrapropuesta.org.ar/Numerosanteriores/779/PAG9A.htm

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