¿Y si alguna vez hacen algo?
Por: Miguel Longarini
Armando Tejada Gómez (1), nuestro poeta y escritor fundamental, alguna vez dijo al enterarse que luego de recitar su poema “Hay un niño en la calle”, el intendente del pueblo y el diputado de la región se habían molestado por su contenido “alertador”.
Sus palabras fueron:“- Señores, los niños siguen en la calle y no los puse yo.
¡Por favor hagan algo de una buena vez! Porque ellos – los niños- también crecen…
En estos días de pre-selección de futuros viejos políticos y funcionarios, abundan las denuncias y los “Habría que hacer” que son esgrimidas desde los mismos que nunca hicieron, considerando que en su gran mayoría, los más repetidos, son vitalicios y se le debe sumar todos los parientes y socios que también introdujeron o postulan, para cubrirse con un buen laburo de junta votos, para el resto de sus días.
Quién /es podemos mirar la vida sin temer a la memoria (tan poco recomendable para algunos sectores –neo-conservadores y/o centristas) sabemos, que el hartazgo que se vive cotidianamente es mucho más mentiroso y hasta obsceno en estos días de cor-Cobos y relinchos…Son lamentables cuando observamos en que vestidos de impolutos y probos salen a mezclarse entre la pueblada, horrorizándose de cómo viven los pobres, que en definitiva son su nefasto atributo al semejante. Para mostrar los errores, curro, mala gestión del “otro” (porque siempre es “otro” el que no hace) traen a las empresas de miedo y no de medios, para corroborar y filmar horas interminables de gente que se muere asesinada por cuatro mosquitos Denguianos o por un pibe de 12/15 años (hijo del glorioso noventismo) del que nadie prefiere recordar… o hacerse cargo.
Ustedes, amigos lectores ¿han sabido de alguna autoridad política institucional que haya manifestado con verdadera coherencia: Ciudadanos, quiero contarles, informarles que fracasé/mos , les mentí/mos; no trabajé casi nada y cobré siempre? en fin, pondrán ustedes estimados lectores, todas las preguntas y respuestas que les hubiera gustado escuchar , porque a mi jamás me pasó de poder enterarme que esto haya sucedido.
Cuando uno, a pesar de todo, cree desde hace muchos años que nuestra democracia, debía, debe y deberá ser nuestro mejor sistema para realizarnos como verdaderos seres humanos libres, el observar que en la posibilidad de ocupar un cargo, se persiste en hacerse ver como nuevo candidato, pretendiendo que no se note el pasado que a cada uno nos acompaña y nos condena, bueno, el hartazgo y la des-confianza son los comunes sentimientos que invaden, a los aportadores de recursos y de votos, es decir: a la gran mayoría de los ciudadanos.
Si aún así, insistimos en cada discusión que nada peor que una dictadura genocida podía existir como sistema de gobierno, que queremos para nuestros nietos que el estado de derecho que rige nuestra Carta Magna nos habite y, para eso alguno ha puesto, al menos, algunas horas de militancia y varias de miedo, recordando cada instante a otros hermanos que verdaderamente pusieron la sangre, su vida y hasta parir sus hijos entre picanas y tormentos. Niños, que los genocidas robaban, como lo hacían con todo lo que les sirviera, a su bien “conservada” costumbre. Es desde este lugar que digo: Es repugnante y falto de honor a la memoria de quienes cimentaron con sus vidas, los cargos que pretenden conseguir al precio que cotice el negocio de meterse una banca en cada bolsillo.
Hoy se advierte un horizonte sin ninguna propuesta, con personajes nada confiables por su trayectoria, aunque multiplicada en pesos, pero por demás dudoso en su pasado y en el afán desmedido que No disimulan de embutirse dentro del juego democrático y taparse así, con los fueros que el poder otorga.
(1) Armando Tejada Gómez – Poeta y escritor argentino.
Sitio oficial: www.tejadagomez.com.ar
Por: Miguel Longarini
Armando Tejada Gómez (1), nuestro poeta y escritor fundamental, alguna vez dijo al enterarse que luego de recitar su poema “Hay un niño en la calle”, el intendente del pueblo y el diputado de la región se habían molestado por su contenido “alertador”.
Sus palabras fueron:“- Señores, los niños siguen en la calle y no los puse yo.
¡Por favor hagan algo de una buena vez! Porque ellos – los niños- también crecen…
En estos días de pre-selección de futuros viejos políticos y funcionarios, abundan las denuncias y los “Habría que hacer” que son esgrimidas desde los mismos que nunca hicieron, considerando que en su gran mayoría, los más repetidos, son vitalicios y se le debe sumar todos los parientes y socios que también introdujeron o postulan, para cubrirse con un buen laburo de junta votos, para el resto de sus días.
Quién /es podemos mirar la vida sin temer a la memoria (tan poco recomendable para algunos sectores –neo-conservadores y/o centristas) sabemos, que el hartazgo que se vive cotidianamente es mucho más mentiroso y hasta obsceno en estos días de cor-Cobos y relinchos…Son lamentables cuando observamos en que vestidos de impolutos y probos salen a mezclarse entre la pueblada, horrorizándose de cómo viven los pobres, que en definitiva son su nefasto atributo al semejante. Para mostrar los errores, curro, mala gestión del “otro” (porque siempre es “otro” el que no hace) traen a las empresas de miedo y no de medios, para corroborar y filmar horas interminables de gente que se muere asesinada por cuatro mosquitos Denguianos o por un pibe de 12/15 años (hijo del glorioso noventismo) del que nadie prefiere recordar… o hacerse cargo.
Ustedes, amigos lectores ¿han sabido de alguna autoridad política institucional que haya manifestado con verdadera coherencia: Ciudadanos, quiero contarles, informarles que fracasé/mos , les mentí/mos; no trabajé casi nada y cobré siempre? en fin, pondrán ustedes estimados lectores, todas las preguntas y respuestas que les hubiera gustado escuchar , porque a mi jamás me pasó de poder enterarme que esto haya sucedido.
Cuando uno, a pesar de todo, cree desde hace muchos años que nuestra democracia, debía, debe y deberá ser nuestro mejor sistema para realizarnos como verdaderos seres humanos libres, el observar que en la posibilidad de ocupar un cargo, se persiste en hacerse ver como nuevo candidato, pretendiendo que no se note el pasado que a cada uno nos acompaña y nos condena, bueno, el hartazgo y la des-confianza son los comunes sentimientos que invaden, a los aportadores de recursos y de votos, es decir: a la gran mayoría de los ciudadanos.
Si aún así, insistimos en cada discusión que nada peor que una dictadura genocida podía existir como sistema de gobierno, que queremos para nuestros nietos que el estado de derecho que rige nuestra Carta Magna nos habite y, para eso alguno ha puesto, al menos, algunas horas de militancia y varias de miedo, recordando cada instante a otros hermanos que verdaderamente pusieron la sangre, su vida y hasta parir sus hijos entre picanas y tormentos. Niños, que los genocidas robaban, como lo hacían con todo lo que les sirviera, a su bien “conservada” costumbre. Es desde este lugar que digo: Es repugnante y falto de honor a la memoria de quienes cimentaron con sus vidas, los cargos que pretenden conseguir al precio que cotice el negocio de meterse una banca en cada bolsillo.
Hoy se advierte un horizonte sin ninguna propuesta, con personajes nada confiables por su trayectoria, aunque multiplicada en pesos, pero por demás dudoso en su pasado y en el afán desmedido que No disimulan de embutirse dentro del juego democrático y taparse así, con los fueros que el poder otorga.
(1) Armando Tejada Gómez – Poeta y escritor argentino.
Sitio oficial: www.tejadagomez.com.ar
Blog del autor. www.apurocorazon.blog.com.es
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