domingo, 19 de julio de 2009

En el día del Amigo.

“Un amigo es la vida dos veces”. Armando Tejada Gómez (1)

Por estas fechas impuestas, en las que conmemoran el día de… Hoy, nos toca la del Amigo. Fecha ésta, que aunque lo comercial juegue un papel fundamental a la hora de comprar y vender, en éste tema de la amistad, por lo menos para mi, no existen ofertas, ni saldos, ni tengo “un millón de amigos…”

Dos tipos que una vez dando brincos plantaban una bandera en la luna (?) nos bastó para que se aceptara ese ejemplo de relación humana (?) para instituirlo como el día para celebrar algo tan puro y noble como es la amistad en Argentina. Seguramente lo que estos nuevos “colonizadores” hicieron debe ser de mucha importancia (?) para ganarse semejante reconocimiento en mi país, pero en lo que a mi parecer respecta, no significa algo que me sea referente; me cuesta mucho entender como argentino que teniendo tantos compatriotas amados y valorados, sigamos con esta historia de rendirle culto a personas que no tienen nada que ver con lo puramente amigo hijo de estás tierras.

Quiero citar algunos argentinos populares o que nos identifican o que me/nos hubiera gustado tener como amigo: El Negro Olmedo, Evita, Minguito, El Che Guevara, Carlos Balá, El Negro Fontanarrosa, Pappo Napolitano, Astor Piazzolla, El Padre Mujica, Don Atahulapa, Armando Tejada Gómez, Hamlet Lima Quintana, El Polaco Goyeneche…Cortázar y tantos que seguramente me olvido y cada uno tendrá para aportar. Creo y siento que cualquier nombre de los citados me representaría con mucho sentimiento; con verdadera pasión de argentino.

No voy a cambiar nada, ni pretendo de ser exclusivo. Sí, sincero con mis sentimientos y forma de sentir mi vivir y exponer con total humildad mi deseo que se tomaran algunas fechas que coincidieran con el natalicio u otro acontecimiento, (que no tenga que ver con la muerte) de los argentinos nombrados y, pudiéramos honrar desde la amistad, su memoria y el mejor de los recuerdos.

Con sincero afecto
Miguel Longarini
9 de Julio- Argentina.


(1) La vida dos veces
por Armando Tejada Gómez

Miren cómo sonaba allá en mi barrio agreste
este nombre caído en los mares lejanos:
Toddy Deussán. Un chico alimentado a lirios.
Una flor de su madre que soñaba otra vida.
Supe que no quería que jugara conmigo
porque yo era la forma del pánico y el hambre
y la más descarada miseria por el mundo.
Pero Toddy, esa gracia hecha de mimbre y aire,
vivía hipnotizado por mi gran aventura.
Cuando huía del ojo celoso de su madre
se acercaba a mi sombra con cierto desenfado,
me mostraba sonriendo sus ignotos tesoros
y me buscaba el lado más pájaro del alma.

El descubrió en mis ojos cierto país del sueño
donde se desnudaba un ángel con harapos,
algunos yacimientos de enterrada inocencia
y un gran rompecabezas de ternura en mis manos.

Un día, ya vencidos por nuestra resistencia,
los padres me dejaron entrar en el santuario,
nos sirvieron un río de leche y medias lunas
y yo los deslumbré dibujando caballos.

Después, siguió la vida, como siempre sucede,
volvió el viento de agosto y crecieron los árboles;
sus padres, que tenían el sueño de otra vida,
una tarde ceniza se mudaron de barrio.

Yo olvidé al canillita en un cruce de esquinas,
entré al jornal violento del vino y los obrajes.
vestí los portentosos pantalones del viento
y descubrí mi oficio de fábula y guitarra.

Toddy, se llama Alfredo Deussán, vive en Mendoza,
casó con otro mimbre hace muchos veranos,
seguramente tiene un puñado de niños
y es una pajarera su comedor de diario.

Acaso, un año de éstos, cuando vuelva al oeste,
llame a su puerta clara y despierte sus pájaros,
sólo porque un amigo es la vida dos veces
y desde aquella tarde no dibujo caballos.

No hay comentarios :